El terreno, de 2500 m2, alberga un edificio de 100 m2 al cual se diseño un segundo edificio de 100 m2. Las primeras decisiones fueron en relación a lo que “el proyecto existente” entregaba como propuesta original. Es por esto que la primera decisión fue la de dar un sentido recorrible a la obra. Es así que el edificio, desde su entrada principal, se va abriendo espacialmente, de tal modo que desde la entrada principal se puede recorrer visual y tangiblemente el largo de la obra, vale decir hall de acceso, recepción, patios y fondos: una sola directriz de Poniente a Oriente cruzando en su longitud el proyecto.

A partir de esta decisión inicial, parte la forma del proyecto. Dos edificios nuevos que se unen al existente a través de un patio techado que se diseña de tal modo que este nuevo espacio de circulación longitudinal sea habitable a través de la luz tamizada del Norte.

Se decidió cambiar el granulado de los estucos existente, por uno totalmente liso, con molduras de yeso en los vanos de ventana y entrada principal. En razón de esto, de la construcción de la moldura de yeso que potencia el sentido de la ventana en la fachada, y la construcción de este nuevo relieve en ella, es que surge la idea de la fachada del edificio nuevo sea también en “relieve” tomando como elemento constructivo placas de pvc blanco.

En los interiores, se solicita realizar estucos de yeso sobre estructura primitiva, y mantener y destacar detalles de cielo en cuarto de rodón, o media luna.

Se termina el proyecto destacando el ante jardín, con una idea general de un acceso universal mediante una rampa que construye en tanto el frente caminable del nuevo jardín infantil, y una reja proyectada que va construyendo “marcos” o “encuadres” de la geometría de fachada estudiada.